La lubricidad se refiere a la calidad de ser lúbrico, es decir, la capacidad de facilitar el deslizamiento o movimiento entre superficies.
Este término se utiliza en diversos contextos, como en la mecánica, donde se busca reducir la fricción entre piezas, y en la biología, al referirse a fluidos que permiten un mejor desplazamiento.
La lubricidad es esencial para el funcionamiento eficiente de muchos sistemas y procesos.