La palabra luda proviene del germánico y se utiliza para referirse a una mujer.
En su acepción más general, se identifica como una persona del sexo femenino, destacando su importancia en el lenguaje para reconocer la identidad y el papel de las mujeres en diversas culturas.
Este término refleja no solo un aspecto lingüístico, sino también la valoración de la feminidad en la sociedad.