La luz en el contexto de la absorción se refiere a cómo diferentes longitudes de onda de la radiación solar interactúan con la atmósfera terrestre.
Mientras que la luz visible atraviesa la atmósfera, las radiaciones de alta energía, como las del ultravioleta, son absorbidas, ionizando moléculas y generando calor en la capa de ozono.
Este proceso también calienta materiales como vidrio y ladrillo, evidenciando la influencia de la absorción en nuestro entorno.
Una parte considerable de la radiación del Sol, correspondiente a la zona visible del Espectro, se transmite a través de la Atmósfera terrestre, pero la radiación hiperenergética de la región ultravioleta lejana y de más allá, de longitud de onda menor que 2900 Ángströms, no la atraviesa. Esta parte absorbida por la alta atmósfera ioniza las moléculas, separando Electrones de ellas, o rompe los enlaces químicos entre sus átomos (v. Ion; Ionosfera; Disociación). Aquella parte de esta radiación que alcanza la capa de Ozono es absorbida por las moléculas de éste y transformada en energía calorífica, la cual es la causa de la elevada temperatura de esa capa. Las radiaciones roja e infrarroja son absorbidas parcialmente por el dióxido de carbono, el vapor de agua y el oxígeno ordinario. Todos hemos observado el apreciable calentamiento, a causa de Ja absorción, del vidrio, ladrillo, piedra, metales y otros materiales expuestos a la luz del Sol. Véase también Rayos X, Poder penetrante; Espectro infrarrojo; Ultravioleta, Rayos; Aislamiento.
También el Color es un fenómeno relacionado con ia absorción de la luz. Por ejemplo, cuando la luz del Sol incide sobre una superficie, sus colorantes o pigmentos separan algunos de los colores constituyentes de la luz y reflejan el resto, fenómeno conocido como absorción selectiva o como reflexión selectiva. El color que se observa en la superficie se debe a! efecto combinado de los colores que quedan en la luz reflejada. Véase Filtro; Luz.
La Fosforescencia y ia Fluorescencia de ciertos minerales y materiales (por ejemplo, los empleados en las lámparas fluorescentes) son procesos en los que la energía de la luz absorbida, especialmente en la zona ultravioleta, no se transforma en calor, sino que vuelve a emitirse como luz de igual o mayor longitud de onda. Según la Teoría cuántica de la radiación, la luz absorbida «excita» un átomo o molécula del material, esto es, eleva uno de sus electrones externos a un nivel energético más alto (v. Espectro, Teoría de Bohr). Cuando el átomo o molécula excitado retorna a su nivel energético inicial o pasa a un estado excitado de menor energía, emite la luz fluorescente o fosforescente. Muchas reacciones químicas únicamente pueden tener lugar si los materiales reactivos se exponen a luz de una longitud de onda conveniente, de ordinario luz visible o luz ultravioleta. Una de las más importantes de estas llamadas reacciones fotoquímicas es la formación de hidratos de carbono en las plantas por Fotosíntesis. Véase Fotoquímica.