La luz de Drummond es una luz blanca muy brillante que se generaba antiguamente al calentar un cilindro de cal hasta la incandescencia, utilizando una llama producida por la combustión de gases como el hidrógeno o el acetileno en presencia de oxígeno.
Este método, que debe su nombre al ingeniero inglés Thomas Drummond, ha quedado como un interesante capítulo en la historia de la iluminación.
Luz blanca muy brillante que se producía antiguamente calentando hasta la incandescencia un cilindro de cal, CaO, mediante una llama muy caliente obtenida por combustión de hidrógeno, acetileno u otro gas combustible, en atmósfera de oxígeno. Se empleaba la cal por su elevada temperatura de fusión y reblandecimiento. El bióxido de circonio, ZrO2, supera en este aspecto a la cal y con los métodos recientes de calefacción eléctrica da una luz aún más intensa. Debe su nombre al ingeniero inglés Thomas Drummond (1797-1840). Este tipo de iluminación tiene ya solamente interés histórico.