La palabra made proviene del inglés y se traduce como "hecho" o "fabricado".
Es comúnmente utilizada en la expresión made in, que indica el lugar de origen de un producto.
Esta frase se ha vuelto un sello distintivo en el comercio, ya que resalta la calidad y el origen de los bienes, influyendo en la percepción del consumidor sobre su valor y autenticidad.