La palabra madrona tiene dos acepciones que reflejan diferentes contextos.
En primer lugar, se refiere a una madre, pero también puede aludir a una cloaca o alcantarilla, términos que evocan la idea de un sistema de desagüe.
Por otro lado, en un uso más coloquial, se emplea para describir a una madraza, es decir, una madre que se destaca por su dedicación y cariño hacia sus hijos.
Ambas acepciones muestran la riqueza del lenguaje y sus múltiples significados.