El término mal de ojo se refiere a una superstición que sostiene que una persona puede sufrir males o desgracias al ser mirada de forma envidiosa o con mala intención por otra.
Esta creencia, presente en diversas culturas, implica que la mirada de alguien puede causar daño, ya sea físico o emocional, a la víctima.
Así, el mal de ojo se convierte en un fenómeno que refleja la conexión entre la energía de las personas y su influencia en los demás.