El término mandadero y su forma femenina mandadera se utilizan para describir a una persona que es bienmandada, es decir, que sigue instrucciones o directrices de manera adecuada.
Además, también puede referirse a alguien que actúa como demandadero, es decir, que solicita o exige algo en nombre de otra persona.
Estas acepciones reflejan la importancia de la obediencia y la comunicación en las relaciones interpersonales.