El término maniblanco o maniblanca se utiliza para describir a alguien que tiene manos finas y de un tono blanco notable.
Esta palabra también puede referirse a una característica estética, asociada a la delicadeza y la elegancia en las manos.
En su primera acepción, se relaciona con el adjetivo manialbo, que evoca una imagen de pureza y suavidad, resaltando la belleza de las extremidades superiores.