El término mano muerta se refiere a aquellos poseedores de bienes que no pueden transferir su propiedad, lo que provoca que el dominio sobre esos bienes se perpetúe sin posibilidad de enajenación.
Esta situación puede surgir por diversas razones, como restricciones legales o condiciones personales.
La mano muerta representa un estado de inmovilidad en la gestión de los recursos, limitando su circulación y uso efectivo.