La mayoría simple es un concepto utilizado en diversos ámbitos para referirse a la forma de tomar decisiones o alcanzar un resultado basado en un porcentaje mayoritario, sin requerir un porcentaje específico.
En política, por ejemplo, se refiere a la cantidad de votos necesarios para ganar una elección o aprobar una propuesta.
En sistemas parlamentarios, la mayoría simple puede ser suficiente para tomar decisiones o aprobar leyes, mientras que en otros se necesita una mayoría cualificada, que implica un porcentaje mínimo más alto.
La mayoría simple es un término utilizado en diferentes contextos para referirse a una forma de tomar decisiones o alcanzar un resultado en base a un porcentaje mayoritario, pero sin requerir un porcentaje específico.
En política, por ejemplo, la mayoría simple se refiere a la cantidad de votos necesarios para ganar una elección o aprobar una propuesta. En este caso, se considera ganador o aprobada la opción que obtenga más votos que cualquier otra, sin importar si alcanza un porcentaje mínimo.
En algunos sistemas parlamentarios, la mayoría simple puede ser suficiente para tomar decisiones o aprobar leyes, mientras que en otros se requiere una mayoría cualificada, que implica un porcentaje mínimo más alto.
Es importante tener en cuenta que la mayoría simple puede variar dependiendo del contexto y las normativas aplicables en cada caso. En general, se refiere a una forma de toma de decisiones que se basa en una mayoría numérica sin requerimientos adicionales.