La Medicina Aeronáutica es una disciplina que se centra en la salud y el bienestar de los individuos que forman parte del cuerpo de aviación, especialmente aquellos que vuelan.
Con el avance de la aeronáutica, se han desarrollado aeronaves que alcanzan mayores velocidades y altitudes, lo que ha llevado a investigar cómo prevenir daños en el cuerpo humano debido a las condiciones extremas del vuelo.
Esta área de estudio requiere una colaboración estrecha entre médicos y diseñadores de aeronaves para garantizar la seguridad de los aviadores.
Se ocupa de la selección y asistencia de todos los individuos pertenecientes al cuerpo de aviación y en especial de la salud y bienestar de los que vuelan. Los rápidos progresos de la aeronáutica, con la producción de aparatos capaces de alcanzar cada vez mayor velocidad, altura y agilidad de maniobra, han estimulado a los investigadores a buscar los medios de evitar que el cuerpo sufra daño alguno bajo las condiciones especiales del vuelo. Las condiciones fisiológicamente peligrosas que se presentan en el vuelo se deben a los cambios de altitud y a una serie de fuerzas engendradas por las variaciones de velocidad y dirección de la aeronave. Para el estudio de las medidas conducentes a eludir estos peligros se impuso una estrecha colaboración entre los especialistas en medicina aeronáutica y los responsables del diseño, construcción y funcionamiento de los aparatos.
Aunque ya se estudiaron siglos atrás los efectos de la altitud en los montañeros, las primeras investigaciones relacionadas con la aviación puede decirse que no empezaron hasta 1783, en que los hermanos Montgolfier de Francia lanzaron a las nubes en su globo recién inventado un pollo, un pato y una oveja, que llegaron a varios cientos de metros de altura. Años después se pretendió que la tuberculosis, neuralgias y otras enfermedades se curaban por medio de ascensiones aerostáticas. La primera contribución importante a la Medicina aeronáutica, sin embargo, fue la publicación en 1878, en Francia, de La pression barométrique de Paul Bert, obra en que se describen una serie de experimentos en torno a los efectos provocados por el descenso de la presión atmosférica y la anoxia.
- Vuelos sin visibilidad. La cinetosis aeronáutica (mareo en la navegación aérea), forma de la cinetosis (mareo en general, en tierra, mar o aire), que ataca a menudo a los pasajeros del aire, fue estudiada desde los primeros tiempos de la aviación. En 1926
el oficial de Sanidad del Ejército de los Estados Unidos David A. Meyers y el piloto del mismo Ejército W. C. Ocker estudiaron las bases fisiológicas de otro problema: la capacidad de mantener el sentido de la dirección en vuelo a ciegas por el espacio. Su investigación demostró que se podía confiar en los instrumentos y sirvió para implantar los vuelos sin visibilidad, gracias a los cuales puede volarse a cualquier hora y con cualquier tiempo atmosférico. Véase Horizonte artificial; Giróscopo.
- Selección de aviadores. Se realiza previo reconocimiento y tiene por objeto escoger sólo a los más aptos física y psicológicamente. El personal de vuelo, especialmente los pilotos, ha de probar poseer vista, oído, presión arterial y peso normales, así como poca susceptibilidad a la enfermedad de la descompresión y la anoxia, lo que se comprueba en una cámara especial. Además, debe resolver a base de lápiz y papel una serie de tests comprobatorios de su juicio, forma de razonar y comprensión mecánica, y demostrar facultades de coordinación y aptitud para volar en aparatos especiales. Por añadidura, cuantos vuelan se ven sometidos a nuevas pruebas periódicas.
- Médicos aeronáuticos. Sin perjuicio de sus restantes obligaciones, los médicos aeronáuticos han ideado y establecido una serie de medidas para conseguir la supervivencia de los aviadores que caigan en ei mar o en terrenos de todas clases. Han investigado los peligros de abandonar un avión que se mueva a gran velocidad y altura: golpes de aire, frío, deceleración. En las líneas aéreas civiles, los médicos se esfuerzan en perfeccionar los diseños de cabinas y carlingas, en encontrar modos de instalación más eficaces de instrumentos y dispositivos de control y en reducir al mínimo las lesiones en caso de accidente. Debe prevenir o investigar las tensiones de vuelo psicológicas y fisiológicas y, en colaboración con ingenieros y pilotos, desarrollar los medios de contrarrestarlas. Veáse aeropatía.
Cantidad de letras, vocales y consonantes de Medicina Aeronáutica
Palabra inversa: acituánoreA anicideM Número de letras: 19 Posee un total de 11 vocales: e i i a A e o á u i a Y un total de 8 consonantes: M d c n r n t c
¿Es aceptada "Medicina Aeronáutica" en el diccionario de la RAE?