La melosidad se refiere a la calidad de ser meloso, lo que implica una textura o consistencia suave y pegajosa.
Esta palabra también designa una materia melosa, como la miel o ciertos jarabes.
En un sentido más figurado, la melosidad describe la suavidad, dulzura y blandura de algo inmaterial, evocando sensaciones agradables y placenteras en diferentes contextos.