El término membrado y su variante membrada provienen del verbo membrar, que en su forma participial se refiere a algo que ha sido marcado o señalado.
Aunque estas palabras son consideradas anticuadas y están en desuso, en su segunda acepción se empleaban para describir algo famoso, memorable o célebre, evocando una época en la que su uso era más común en el lenguaje cotidiano.