La palabra menazar es una forma antigua de referirse a amenazar, que implica dar a entender, ya sea con actos o palabras, la intención de causar un daño a otra persona.
Aunque su uso ha caído en desuso, su significado se mantiene vinculado a la idea de intimidación y hostilidad.
Esta acepción refleja un aspecto del lenguaje que, aunque arcaico, nos ayuda a comprender la evolución de las palabras en nuestra cultura.