Los micrófitos son microorganismos de naturaleza vegetal que se caracterizan por su diminuto tamaño y su capacidad para llevar a cabo la fotosíntesis.
Este grupo diverso incluye algas unicelulares, cianobacterias y hongos microscópicos, que pueden habitar tanto en ambientes acuáticos como terrestres.
A pesar de su tamaño diminuto, los micrófitos desempeñan un papel crucial en diversos ecosistemas, desde lagos y océanos hasta suelos y rocas, contribuyendo significativamente a la producción de oxígeno y al ciclo de nutrientes.
Los micrófitos se refieren a un grupo diverso de microorganismos que tienen características vegetales. Estos organismos son muy pequeños y generalmente no son visibles a simple vista. Son considerados plantas debido a su capacidad para realizar la fotosíntesis, es decir, producir su propio alimento a partir de la luz solar.
Los micrófitos incluyen una amplia variedad de organismos, como las algas unicelulares, las cianobacterias y algunos hongos microscópicos. Estos organismos pueden ser acuáticos o terrestres, y se encuentran en una amplia variedad de hábitats, desde lagos y océanos hasta suelos y rocas.
La importancia de los micrófitos radica en su papel vital en los ecosistemas. Son responsables de la producción primaria en los sistemas acuáticos y terrestres, lo que significa que son la base de la cadena alimentaria al proporcionar alimento y oxígeno para otros organismos. Además, los micrófitos desempeñan un papel crucial en la absorción de nutrientes y en la captura de dióxido de carbono, ayudando así en la regulación del ciclo del carbono.
Sin embargo, también pueden causar problemas en ciertos casos, como la proliferación excesiva de algas en cuerpos de agua, lo que puede llevar a la eutrofización y la pérdida de biodiversidad. Por lo tanto, es importante estudiar y comprender la ecología de los micrófitos para poder manejar adecuadamente estos ecosistemas y minimizar sus impactos negativos.
Etimología u origen de la palabra micrófito: proviene del griego pequeño, y planta.