El término ministro residente se refiere a un agente diplomático que ocupa una posición de rango inferior al ministro plenipotenciario.
Su función principal es representar a su país en el extranjero, manteniendo relaciones diplomáticas y gestionando asuntos políticos y económicos.
Este rol es fundamental para fortalecer la presencia y los intereses de una nación en el ámbito internacional, actuando como un vínculo entre gobiernos.