Un misil aire-tierra es un proyectil guiado que se lanza desde una aeronave hacia objetivos en la superficie terrestre.
Aunque comparten similitudes con los misiles superficie-superficie, los ASM presentan desafíos específicos, como la selección del buscador adecuado según el tipo de objetivo.
A diferencia de los SSM, los ASM permiten al piloto o operador visualizar el objetivo antes del lanzamiento, utilizando el misil como sensor.
Es crucial considerar la potencia del sensor al emplear misiles como sensores, especialmente en términos de detección y refrigeración eléctrica.
Los misiles aire-tierra (del inglés Air-to-surface missiles o ASM) tienen muchos de los mismos desafíos que un misil superficie-a-superficie (surface-to-surface missile o SSM) para un tipo de objetivo, trayectoria de vuelo y opciones de control comparables, y alcance. Por ejemplo, se necesitan diferentes buscadores para los objetivos con un fondo de tierra contra agua, especialmente si el buscador está basado en un radar. Algunos objetivos se visualizan mejor con el infrarrojo pasivo, otros con un radar de varias frecuencias y otros con televisión de poca luz.
Sin embargo, los ASM se diferencian de los SSM en que el piloto o el operador del sistema de armas puede utilizar una vaina de puntería, o un misil aún no lanzado, para visualizar el objetivo. Un determinado misil puede servir como sensor antes de su último vuelo. Sin embargo, cuando se utilizan misiles como sensores, hay que tener en cuenta la potencia del sensor: si la detección y la refrigeración son eléctricas, deben tomar la energía de la aeronave en lugar de agotar la energía de la batería. La situación más restrictiva es cuando el misil tiene un visor de infrarrojos que se enfría con un suministro de gas comprimido a bordo.
Los ASM de corto alcance, como el misil Brimstone británico, el AGM-65 Maverick estadounidense o el Kh-29 ruso de nombre informativo de la OTAN AS-14 KEDGE, tienen objetivos dentro de la línea de visión. Los ASM de largo alcance, como el francés AS-30, el estadounidense AGM-84 SLAM o el ruso Kh-59 de la OTAN con nombre de informe AS-13 KINGPOST, necesitan un enlace de datos con la aeronave de lanzamiento si su orientación es de hombre en el bucle o, alternativamente, necesitan algún tipo de búsqueda autónoma. Los ASM de más largo alcance, como el AGM-86 ALCM de los Estados Unidos, el Popeye Turbo israelí o el Raduga ruso KSR-5/NATO designación AS-6 Kingfish, definitivamente necesitan una guía autónoma, pero cada vez más necesitan proporcionar mecanismos para la evaluación de los daños de la batalla, como una cámara de seguimiento.