El término monago se utiliza en el lenguaje coloquial para referirse a un monaguillo, que es el niño o joven que asiste al sacerdote durante la celebración de la misa y otros actos litúrgicos.
Esta figura, también conocida como monacillo, desempeña un papel importante en la iglesia, ayudando en diversas tareas y aprendiendo sobre la liturgia.
La palabra refleja una tradición religiosa que ha perdurado a lo largo del tiempo.