La palabra mondonga se utiliza en un contexto despectivo para referirse a una criada que se considera zafia y rústica.
Este término evoca una imagen de falta de refinamiento y educación, sugiriendo que la persona en cuestión no cumple con las expectativas de comportamiento o presentación socialmente aceptadas.
Su uso refleja actitudes de desprecio hacia ciertos grupos o características, destacando la importancia de la percepción social.