El término monjío se refiere al estado de una monja, es decir, a la condición que adquiere una mujer al dedicarse plenamente a la vida religiosa.
Este concepto también abarca la entrada de una monja en la religión, un momento significativo en el que se compromete a seguir una vida de fe y servicio.
Así, el monjío simboliza tanto la transformación personal como el inicio de un camino espiritual profundo.