El monometalismo es un sistema monetario que se basa en un patrón único, donde una sola clase de metal, como el oro o la plata, sirve como respaldo para la emisión de moneda.
En este modelo, el valor del dinero está directamente relacionado con el metal utilizado, lo que proporciona estabilidad y confianza en las transacciones.
A diferencia del bimetalismo, que utiliza dos metales, el monometalismo simplifica el sistema financiero al centrarse en un solo recurso.