El término montés y su forma femenina montesa se refieren a aquellos seres que habitan o se desarrollan en el monte, es decir, en áreas silvestres y naturales.
Estas palabras evocan la idea de un entorno salvaje, donde la flora y fauna se mantienen en su estado más puro, lejos de la intervención humana.
Así, lo montés y lo montesa simbolizan la esencia de la vida en la naturaleza, libre y auténtica.