La palabra moradura se refiere a una equimosis o cardenal, es decir, a una mancha en la piel que aparece tras un golpe, donde la sangre se acumula bajo la superficie.
Este término es especialmente utilizado en la región de Aragón, donde describe el efecto visible de un traumatismo.
La moradura no solo es un signo físico, sino que también puede simbolizar el dolor y la fragilidad del cuerpo humano.