La morosidad se refiere a la lentitud o dilación en la realización de una acción, lo que puede manifestarse como falta de puntualidad o incluso como pereza e inacción.
En el ámbito financiero, la morosidad se traduce en un retraso en el pago de deudas u obligaciones, lo que puede generar consecuencias negativas tanto para el deudor como para el acreedor.
Este término abarca diversas situaciones donde la falta de prontitud es evidente.