El término mortajar se refiere a la acción de amortajar, que consiste en colocar la mortaja sobre el cuerpo de un difunto.
Esta práctica, aunque actualmente se encuentra en desuso, tiene raíces profundas en diversas tradiciones culturales y religiosas, donde la mortaja simboliza el respeto y la preparación del fallecido para su último viaje.
Así, mortajar evoca un acto de solemnidad y cuidado en el proceso de despedida.