La muerte civil es un concepto que se refiere a una pena privativa de derechos que se aplicaba en legislaciones antiguas.
Esta pena implicaba la pérdida de ciertos derechos y la consideración de la persona como si estuviera muerta en términos legales, aunque físicamente siguiera viva.
Este término refleja cómo, en el pasado, se podía castigar a individuos no solo con prisión, sino también con la anulación de su estatus social y legal.