El término musirse se utiliza en algunas regiones de España, especialmente en Andalucía, para describir el proceso de enmohecerse o ajarse.
Este verbo refleja cómo ciertos objetos, alimentos o incluso personas pueden perder su frescura y vitalidad con el tiempo, mostrando signos de deterioro o desgaste.
Así, musirse evoca una transformación que puede ser tanto física como simbólica, relacionada con el paso del tiempo y la pérdida de cualidades.