La naturaleza muerta es un género artístico que se centra en la representación de animales muertos o objetos inanimados, como frutas, flores y utensilios.
A través de esta técnica, los artistas capturan la belleza y la esencia de lo cotidiano, invitando a la reflexión sobre la vida y la muerte.
Este estilo ha sido fundamental en la historia del arte, destacando por su atención al detalle y su capacidad para transmitir emociones.