f. Astron. Materia cósmica celeste, difusa y luminosa que ofrece diversas formas, de contorno impreciso.
Las nebulosas son estructuras celestes compuestas principalmente por gas y polvo, dispersas por todo el universo. Estas formaciones pueden ser de diversos tamaños, desde pequeñas y compactas hasta extensas y dispersas por grandes áreas del espacio.
La nebulosa puede presentar diferentes formas o contornos, como espirales, elipsoidales o irregulares, y su brillo puede variar dependiendo de la cantidad de gas y polvo que contenga.
Las nebulosas se forman a partir de la acumulación de materia cósmica en el espacio. Estas acumulaciones pueden ser el resultado de la explosión de una estrella en una supernova, la contracción de una nube molecular o la interacción entre galaxias. A medida que el gas y el polvo se van acumulando, la gravedad comienza a actuar y eventualmente se forma una nebulosa.
Dentro de las nebulosas se encuentran los lugares de formación de estrellas conocidos como viveros estelares. Estas regiones son densas y están llenas de material en colisión y la presión ejercida por estas colisiones provoca que las nubes de gas y polvo se contraigan, formando protoplanetas y estrellas jóvenes.
La observación y estudio de las nebulosas es de gran importancia para la astronomía, ya que nos permiten comprender mejor la formación y evolución de las galaxias, así como el origen de las estrellas y los planetas.
Además, las nebulosas también son consideradas como verdaderas obras de arte cósmicas, con sus intensos colores y formas fascinantes que han inspirado a artistas y científicos a lo largo de la historia.