El neosalvarsán es un compuesto químico que contiene arsénico y se utiliza en el ámbito de la medicina como tratamiento para la sifilis.
Este medicamento se desarrolló como una alternativa más efectiva y menos tóxica que otros tratamientos anteriores.
Su descubrimiento marcó un hito en la lucha contra esta enfermedad, ofreciendo una opción terapéutica que mejoró la calidad de vida de muchos pacientes.