Un nombre propio es una palabra que se utiliza para identificar de manera única a una persona o a una cosa específica, diferenciándola de otras dentro de su categoría.
A diferencia de los nombres comunes, que se refieren a grupos o clases, los nombres propios son exclusivos y permiten reconocer a individuos o entidades concretas.
Su uso es fundamental en la comunicación, ya que facilita la identificación precisa en el lenguaje.