El número y las clases de dientes en una persona son fundamentales para la masticación y la salud bucal.
Una dentadura normal consta de 32 piezas, distribuidas equitativamente entre la mandíbula superior e inferior.
Cada lado presenta 8 dientes, organizados en incisivos, caninos, premolares y molares.
Los incisivos cortan los alimentos, mientras que los caninos están diseñados para desgarrar, lo que permite una adecuada alimentación.
número y clases de dientes de una persona
Una persona con dentadura normal intacta presenta igual número de piezas en la mandíbula superior que en la inferior, así como a ambos lados de las mismas: 8 en cada uno, lo que da un total de 32. Aunque los inferiores siguen más o menos el orden de los superiores, existen notables diferencias de forma y tamaño entre unos y otros, que redundan en la mejor masticación de los alimentos. Partiendo de una línea central se ordenan a derecha e izquierda de cada mandíbula por este orden: dos incisivos, un canino, dos premolares y tres molares.
Los incisivos, de afilados bordes, sirven para cortar los alimentos, circunstancia a la que alude su nombre (del latino incisum, supino de «incidere», cortar). Los del centro (en número de dos en cada mandíbula) se denominan «centrales» y «laterales» los otros dos que flanquean a los anteriores en ambas mandíbulas. Los caninos, llamados así por el desarrollo que alcanzan entre los canes, están adaptados especialmente para desgarrar los alimentos. Reciben también los nombres de columelares, colmillos y unicuspídeos. Vienen a continuación dos dientes de una sola raíz y corona con dos prominencias o cúspides, llamados premolares o bicúspides (primero y segundo), que sirven para machacar los alimentos.
Los tres últimos dientes, llamados molares (del latín molare, apto para moler), poseen cuatro cúspides y tres raíces (los superiores) o cinco y dos, respectivamente (los inferiores), y sirven para triturar los alimentos con sus coronas anchas y cuadradas. El tercer molar, cuyas raíces parecen formar una sola, suele llamarse vulgarmente muela del juicio o cordal por salir a una edad en que las personas se supone que poseen cierto grado de buen sentido o juicio, aunque en realidad puede aparecer entre los 16 y los 32 años, según el espacio disponible en la mandíbula. Caso de no haber en ésta lugar, la muela queda incluida (impactada) en e1 maxilar, oculta tras el segundo molar.
Los dientes de leche (caducos o deciduos) son sólo 20, ordenados a partir de la línea central como sigue: dos incisivos, un canino y dos molares (ningún premolar). Son mucho más pequeños que los permanentes y difieren apreciablemente en su forma.
Partes.
El diente sobresale sólo de la encía en un tercio de su tamaño. La parte visible se llama corona; la interior, por la que se implanta en los alvéolos, raíz, y la de transición entre ambas, oculta también por las encías, cuello. La raíz, más o menos cónica, finaliza en una estrecha punta, llamada ápice. La mayoría de los dientes poseen una sola raíz, pero los que han de realizar el esfuerzo más arduo de la masticación proyectan dos o tres. Así, los molares superiores poseen tres cada uno, los inferiores dos y los primeros premolares superiores a menudo también dos. Las raíces presentan gran variedad de longitudes, volúmenes, formas y curvaturas; las de los molares se adentran en muy diferente medida, lo que entraña frecuentes dificultades en su extracción.
