La obra de El Escorial se refiere a un monumental complejo arquitectónico situado en España, construido durante el reinado de Felipe II.
Sin embargo, en un sentido más figurativo y familiar, esta expresión puede aludir a cualquier proyecto o tarea que se prolonga en el tiempo, simbolizando la dificultad y el esfuerzo que implica su finalización.
Así, la obra se convierte en un reflejo de la perseverancia y la dedicación.