La obra exterior se refiere a construcciones realizadas en el ámbito de la fortificación, específicamente aquellas que se sitúan en la contraescarpa de una fortaleza.
Estas estructuras tienen como objetivo principal mejorar la defensa del lugar, proporcionando una mayor protección ante posibles ataques.
Comprender este término es esencial para el estudio de la arquitectura militar y su evolución a lo largo de la historia.