El término obtentor se refiere a una persona que obtiene algo, destacando especialmente a aquellos que poseen un beneficio eclesiástico.
Este concepto implica no solo la acción de adquirir, sino también la responsabilidad y el estatus que conlleva tener un beneficio dentro del ámbito religioso.
Así, el obtentor se convierte en un individuo que, a través de su esfuerzo o derecho, logra acceder a recursos o privilegios específicos.