El término oficinesco y su forma femenina oficinesca se refieren a lo que es propio de las oficinas del Estado.
Su uso suele tener una connotación negativa, sugiriendo una atmósfera de burocracia o rigidez.
Estas palabras evocan la imagen de un entorno administrativo, donde predominan los trámites y la formalidad, a menudo percibido como distante o poco dinámico.