El oficio de difuntos es una ceremonia religiosa que la Iglesia celebra en honor a aquellos que han fallecido.
Su propósito es recordar y orar por los fieles difuntos, pidiendo por su descanso eterno y su salvación.
Esta práctica refleja la importancia de la comunidad y la fe en la vida después de la muerte, ofreciendo consuelo a los que quedan y fortaleciendo los lazos espirituales entre los vivos y los que han partido.