m. En Botánica, el ojo de buey es una hierba compuesta, de hojas casi abrazadoras, oblongas y festoneadas y flores terminales amarillas, fruto seco, menudo, con semilla suelta en su interior. Es frecuente en los sembrados.
En Botánica, se conoce como ojo de buey a las siguientes plantas: Anacyclus radiatus; Chrysanthemum coronarium; Mucuna pruriens; Mucuna urens; Pallenis spinosa y Prunus domestica.
En Arquitectura y Construcción, los ojos de buey son aberturas circulares que se encuentran en las paredes exteriores de barcos, cámaras industriales, aviones, edificios y naves espaciales. Su propósito es proporcionar ventilación e iluminación en entornos terrestres y facilitar la visualización del entorno exterior en el espacio y la aeronáutica.
El diseño circular de los ojos de buey no es arbitrario, ya que ayuda a reducir las tensiones estructurales longitudinales y transversales causadas por vibraciones en el casco. También contribuyen a la resistencia, ya que al estar cerca de la cubierta principal, son propensos a recibir fuertes impactos del mar o esfuerzos tensionales generados por las vibraciones durante el movimiento del vehículo. Grandes estructuras de metal, como puentes y voladizos, también tienen aberturas circulares con el mismo propósito de liberar y distribuir las tensiones generadas por la transmisión de energía mecánica a cinética.
Los ojos de buey pueden ser fijos, sin posibilidad de abrirse, o contar con portillos accionados por dos cierres: uno hecho de vidrio reforzado y otro con una tapa metálica que brinda estanqueidad en caso de rotura.
En el ámbito de la arquitectura, los ojos de buey se refieren a ventanas circulares, mientras que en los barcos se llaman "portillos", aunque popularmente se hayan conocido como "ojos de buey". En los aviones, se utilizan en forma ovalada.