El ojo de perdiz es una técnica de pasamanería que se distingue por sus nudos lenticulares en el cruce de hilos, creando un relieve ovalado similar al ojo de una perdiz.
Esta labor se emplea en prendas de vestir, accesorios y decoración para aportar elegancia y detalle.
La elaboración de un ojo de perdiz implica entrelazar los hilos formando nudos en forma de lenteja, distribuidos equidistantemente para crear un patrón que se combina con otras técnicas de pasamanería para diseños más elaborados.
Ojo de perdiz es la labor de pasamanería que en el cruce de los hilos forma unos nudos lenticulares.
El ojo de perdiz se caracteriza por su aspecto ovalado y en relieve, similar al ojo de una perdiz, de donde proviene su nombre. Esta labor de pasamanería es utilizada comúnmente en la elaboración de prendas de vestir, accesorios y artículos de decoración, añadiendo un toque de elegancia y detalle a las piezas.
La técnica para crear un ojo de perdiz consiste en entrelazar los hilos de forma que creen nudos en forma de lenteja, logrando así el relieve característico. Estos nudos se distribuyen de manera equidistante a lo largo de la labor, creando un patrón que a menudo se combina con otros tipos de pasamanería para formar diseños más complejos.
El ojo de perdiz es apreciado por su belleza y sofisticación, y su elaboración requiere de destreza y precisión en la manipulación de los hilos.
En la actualidad, esta técnica se ha mantenido vigente en la artesanía y la moda, siendo valorada por su artesanía y su capacidad para añadir un toque distinguido a cualquier prenda o accesorio.