El término oliváceo o olivácea se refiere a un color verde oscuro que recuerda a las tonalidades de ciertas aceitunas.
Este adjetivo se utiliza comúnmente para describir matices en la piel, como en la expresión "tez olivácea", donde se evoca una apariencia saludable y natural.
La palabra sugiere una conexión con la naturaleza y los elementos, aportando una sensación de frescura y vitalidad.