El término olivoso y su forma femenina olivosa se utilizan en un contexto poético para describir algo que es olivífero, es decir, que produce o está lleno de olivos.
Estas palabras evocan imágenes de paisajes donde los olivos crecen en abundancia, simbolizando no solo la riqueza de la naturaleza, sino también la conexión con tradiciones culturales y agrícolas.
Su uso resalta la belleza y la generosidad de estos árboles.