La olla de fuego es un artefacto bélico que consiste en una olla de barro repleta de materiales inflamables y explosivos.
Su uso se remonta a épocas de guerra, donde se empleaba para causar daño al enemigo mediante la proyección de fuego y escombros.
Este ingenio refleja la creatividad en la fabricación de armas rudimentarias, aprovechando los recursos disponibles para maximizar su efectividad en el campo de batalla.