El término omecillo se refiere a un concepto antiguo que designa el homicidio, es decir, la muerte de una persona a manos de otra.
Aunque su uso ha caído en desuso y se considera una acepción anticuada, su significado resuena en contextos históricos y literarios.
Este vocablo nos recuerda la evolución del lenguaje y cómo ciertas palabras pueden perder relevancia con el tiempo, pero aún conservan su peso en la historia del idioma.