La ondulación en frío es una técnica de estilismo capilar que transforma la textura del cabello de liso a ondulado o rizado sin recurrir al calor directo.
Se emplea un preparado químico, principalmente el ácido tioglicólico, para alterar la estructura del cabello al romper temporalmente los puentes disulfuro de la queratina.
Estos puentes son responsables de mantener la forma natural del cabello, y al romperse momentáneamente, permiten que el cabello adquiera una nueva forma.
Procedimiento para ondular el cabello mediante la aplicación de un preparado a base de ácido tioglicólico.
La ondulación en frío es una técnica de estilismo capilar que permite modificar la estructura del cabello, pasando de liso a ondulado o rizado, sin la necesidad de aplicar calor directo.
Este método se distingue por su uso de compuestos químicos, principalmente el ácido tioglicólico, para romper los puentes disulfuro presentes en la queratina del cabello. Estos puentes son responsables de mantener la forma natural del cabello, ya sea liso o rizado. Al romperse temporalmente, permiten que el cabello adopte una nueva forma.
El proceso comienza con la aplicación del preparado químico sobre el cabello limpio y ligeramente húmedo.
Posteriormente, el cabello se enrolla en bigudíes o rodillos, cuyo tamaño variará según el tipo de onda deseada.
Una vez asegurados los bigudíes, se deja actuar el producto durante un tiempo determinado, que puede variar según la textura y condición del cabello, así como del resultado esperado.
Tras el tiempo de espera, se procede a enjuagar el cabello para eliminar cualquier residuo del producto químico. Luego, se aplica un neutralizador, cuya función es restablecer los puentes disulfuro y fijar la nueva forma del cabello.
Finalmente, después de un último enjuague y un cuidadoso secado, se revela una cabellera ondulada o rizada, según lo planificado.