La oreja de abad es una deliciosa fruta de sartén que se elabora en forma de hojuela.
Este dulce tradicional se caracteriza por su textura crujiente y su sabor único, convirtiéndose en un manjar apreciado en diversas celebraciones.
Su nombre evoca la imagen de un postre que, al igual que la oreja, tiene una forma distintiva que lo hace fácilmente reconocible y muy popular en la gastronomía local.