El término orejar tiene dos acepciones principales en el español.
En Uruguay, se utiliza de manera intransitiva para referirse a la acción de irse con cuentos y chismes, lo que implica una cierta ligereza en la comunicación.
Por otro lado, también se emplea como un verbo reflexivo, donde significa avisarse de palabra o pactar entre las partes, indicando un acuerdo verbal.
Ambas acepciones reflejan la importancia de la comunicación en las relaciones sociales.