El término orejero y su variante orejera tienen diversas acepciones en el ámbito hispanohablante.
En Colombia, se refiere a un animal que empina las orejas, mientras que en varios países de América Central y del Sur, como Ecuador y Panamá, describe a alguien que es receloso o escamado.
En Argentina, el término también se utiliza para señalar a un soplón o chismoso, así como a un hombre de confianza entre labradores.