El término ovante se refiere a una distinción en la antigua Roma, donde se otorgaba a aquellos que lograban el honor de la ovación, un reconocimiento menos formal que el triunfo.
Además, en un sentido más amplio, describe a alguien que es victorioso o triunfante, reflejando una sensación de éxito y celebración.
Así, "ovante" evoca tanto un legado histórico como una connotación de logro personal.