La ozonización es un proceso que implica la transformación de una sustancia en ozono, un gas compuesto por tres átomos de oxígeno.
Este procedimiento se utiliza principalmente en la esterilización de aguas, donde el ozono actúa como un potente desinfectante, eliminando bacterias y otros contaminantes.
Así, la ozonización se convierte en una técnica eficaz para mejorar la calidad del agua y proteger la salud pública.